Vivir buscando el Norte, esa es mi lucha personal. El norte como horizonte, el norte como infinito, como respiro, como suspiro. El norte como sueño...
viernes, julio 11, 2008
Morella III
No entiendo el aburrimiento. Digo esto porque una vez me preguntaron cómo es que no me aburría en los pueblos donde según esta persona "no hay nada". En realidad me dio pena esta pregunta porque significa que esa persona no observa ni disfruta de las cosas más sencillas que son al final las que tienen la esencia de la vida. Todos los días y todas las noches paseaba por Morella, por el Paseo de la Alameda. Este Paseo está rodeado de naturaleza, junto a un pequeño pinar. Después del paseo solía sentarme en un banco de piedra escondido en una pequeña plaza y arropada por la sombra de los árboles disfrutaba de la lectura que es una de mis pasiones. Con un buen libro cerca no existe el aburrimiento. Otros ratos paseaba concentrada en el sonido de mis pasos, en los pájaros generosos que me regalaban la banda sonora de mí película particular. Estos momentos incitan a la reflexión, a profundizar en una misma porque el entorno te transmite la paz necesaria para escuchar la voz interna que a veces acalla la rutina y las prisas. Así que estos días me he enriquecido mucho de las cosas insignificantes que a veces pasan desapercibidas a la vista pero no a los sentidos. He parado el tiempo quitándome el reloj. He sentido las estrellas sobre mi cabeza iluminando la oscuridad en mis paseos nocturnos, cogida de la mano de Pedro. Y hasta he conocido a un zahorí, un señor interesantísimo, profesor de historia y geografía en una universidad, que me llevo a dar un paseo por un sendero que no conocía y me explicó cómo funciona la energía de los árboles y cómo hemos de hacer para recibirla. Me lo pasé genial. Hubo muchos momentos en que estuve sola mientras Pedro estaba haciendo un curso de energías renovables y esto me dio la oportunidad de conocer a este hombre. La soledad abre más puertas a lo desconocido, quizás por eso no hay que temerla.
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1 comentario:
Tengo mis sospechas sobre esos que te hacen esos comentarios. Lamentablemente no pueden ver más allá de la muralla urbanita que les rodea.
Me gusta el post :)
Un beso bombón.
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